Los
recursos de información de la OPS sobre los Modos de Vida reconocen que la
eliminación de los factores de riesgo (alcohol, droga y consumo de tabaco,
inactividad física, régimen alimentario indebido y estrés) puede tener una
repercusión positiva cuantificable sobre la salud individual así como sobre la
población en su totalidad. Esta colección suministra la información sobre los
hábitos nocivos y las recomendaciones para la prevención y el control de los
factores de riesgo.
La OMS recomienda que se adopte
un estilo de vida saludable a lo largo de todo el ciclo vital, con el fin de
preservar la vida, mantenerse sano y paliar la discapacidad y el dolor en la
vejez. Los entornos adaptados a las necesidades de las personas mayores, la
prevención, la detección precoz y el tratamiento de enfermedades mejoran el
bienestar de los mayores. Si no se adoptan medidas, el envejecimiento de la
población dificultará la consecución de los objetivos de desarrollo
socioeconómico y humano.
El estilo
de vida es un constructo que se ha usado
de manera genérica, como equivalente a la forma en que se entiende el modo de
vivir “estar en el mundo”, expresado en
los ámbitos del comportamiento, fundamentalmente en las costumbres, también
está moldeado por la vivienda, el urbanismo, la posesión de bienes, la relación con el entorno y las relaciones
interpersonales. Según Perea (2004) en su forma más llana el estilo de vida es
el modo, forma y manera de vivir.
Algunas
áreas de la ciencia utilizan el término con un sentido más específico. Por
ejemplo en epidemiología, el estilo de vida, hábito de vida o forma de vida, se
entiende como un conjunto de comportamientos que desarrollan las personas, que
unas veces son saludables y otras son nocivos para la salud (Perea, 2004).
En
sociología, el estilo de vida es la manera en que vive una persona (o un grupo
de personas). Una forma de vida que refleja las actitudes, los valores y la
visión del mundo de un individuo. Tener una “forma de vida específica” implica
una opción consciente o inconsciente entre una forma y otras de comportamiento
(Wikipedia, 2009).
La
primera vez que apareció formalmente el concepto estilo de vida fue en 1939
(Wikipedia, 2009), probablemente en las
generaciones anteriores no era un concepto significativo, al ser las sociedades
relativamente homogéneas. Grandes pensadores se han aproximado a explicar
el estilo de vida desde diferentes
perspectivas, en este estudio, se usan las ideas, entre otras, las de Pierre Bourdieu (1991), quien fue uno
de los sociólogos más importantes de la segunda mitad del siglo XX. Sus ideas
son de gran relevancia tanto en teoría social, como en la sociología empírica,
especialmente en la sociología de la cultura, de la educación y de los estilos
de vida. El centra su teoría en el concepto de habitus, entendido este como
esquemas de obrar, pensar y sentir asociados a la posición social. El habitus
hace que personas de un entorno social homogéneo tiendan a compartir estilos de
vida parecidos.
Según
Bourdieu (1991), por habitus se entiende
las formas de obrar, pensar y sentir que están originadas por la posición que
una persona ocupa en la estructura social.
Es
un principio generador y un sistema clasificador de niveles sociales. Son los
comportamientos que una sociedad va adquiriendo, se expresan en una manera de
actuar. Funciona en la mayoría de manera inconsciente. Es la historia hecha
cuerpo. El habitus es la generación de prácticas que están limitadas por las
condiciones sociales que las soporta. El campo, es el espacio social que se
crea en torno a la valoración de hechos sociales tales como el arte, la ciencia,
la religión, la política. Esos espacios están ocupados por individuos con
distintos habitus, y con capitales distintos, que compiten tanto por los
recursos materiales como simbólicos del campo. Estos capitales, además del capital
económico, están formados por el capital cultural, el capital social, y por cualquier
tipo de capital que sea percibido como “natural”; forma ésta que Bourdieu
denomina capital simbólico. Los individuos, con el habitus que le es propio
dada su posición social, y con los recursos que disponen, “juegan” en los
distintos campos sociales, y en este juego contribuyen a reproducir y
transformar la estructura social, así como también los estilos de vida.
El
habitus no es un simple estilo de vida que se deriva de pertenecer a una clase;
implica la totalidad de los actos y pensamientos, pues es la base con la cual
se toman determinadas decisiones. La base de todas las acciones es el mismo
habitus de clase. Es el pilar que conforma el conjunto de conductas y juicios
aprendidos de manera imitativa, aunque pareciese que es lo “natural”, como lo llama
Bordieu, los gestos, gustos, lenguaje, entre otros.
Por
otro lado, el constructo estilo de vida
se asocia a las ideas de comportamiento individual y patrones de conducta,
aspectos permeables que dependen de los sistemas socioeducativos. Estilo de
vida hace referencia a la manera de vivir, a una serie de actividades, rutinas
cotidianas o hábitos, como el número de comidas diarias, características de
alimentación, horas de sueño, consumo de alcohol, cigarrillo, estimulantes y
actividad física entre otras.
Al
conjunto de estas prácticas se les denomina hábitos o comportamientos sostenidos;
de los cuales se distinguen dos categorías: los que mantienen la salud y
promueven la longevidad y aquellos que la limitan o resultan dañinos y reducen
la esperanza de vida. Estos comportamientos se conocen como factores protectivos
y conductas de riesgo (Jenkins, 2005 p.209-217; Barrios, 2007 p.6-7).
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